EL APRENDIZAJE DE LA QUIMICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA: IMPACTO DEL COVID-19 EN LA ACADEMÍA Y LA EMOCIONALIDAD.

THE LEARNING OF CHEMISTRY IN TIMES OF PANDEMIC.

ACADEMY AND MOTIONALITY

Wiomer Jaramillo 

Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos.

Doctorado en Ciencias de la Educación

Publicado: 12 de Diciembre, 2020

 

Resumen

El ensayo que se presenta es una breve descripción de la realidad que vive debido a la pandemia por el COVID-19, donde el proceso de enseñanza y aprendizaje en todo el mundo se ha visto obstaculizado debido a la poca adaptabilidad de los estudiantes, padres, representantes y/o responsables, así como los docentes al trabajo del modelo de Educación a Distancia, el cual fue asumido por la mayoría de los países del mundo una vez que se decretó la alerta sanitaria por esta virus. En el caso de Venezuela, esta modalidad, la cual se da mayormente es a través de recursos tecnológicos y la internet, se ha vista gravemente limitada puesto que la realidad en cuanto a la disposición de éstos equipos y estas tecnologías no se encuentran en la mayoría de los hogares, lo que ha creado zozobra en los diversos sectores que hacen vida en el acto pedagógico, creando inquietud, desasosiego y hasta frustración en los educandos, desmotivándoles y agravando la situación actual en el contexto educativo. Es de resaltar que, para afrontar y equilibrar la ansiedad social y la carga emocional que ha generado el COVID-19 en el contexto educativo, se hace necesario  hoy más que nunca desarrollar habilidades socioemocionales entre el profesorado, las familias y sobre todo en los y las estudiantes, con mayor énfasis en áreas de conocimiento como la química, las cuales son desde muchos años las de mayor complejidad por su característica de asignatura práctica, donde el contacto y la explicación directa del docente se considera de suma importancia.  

 

Abstract

The essay presented is a brief description of the reality that lives due to the COVID-19 pandemic, where the teaching and learning process throughout the world has been hampered due to the poor adaptability of students, parents, representatives and / or managers, as well as teachers to the work of the Distance Education model, which was assumed by most of the countries of the world once the health alert for this virus was decreed. In the case of Venezuela, this modality, which occurs mainly through technological resources and the internet, has been seriously limited since the reality regarding the disposition of these equipments and these technologies are not found in the majority of homes, which has created anxiety in the various sectors that make life in the pedagogical act, creating restlessness, unease and even frustration in the students, demotivating them and aggravating the current situation in the educational context. It is noteworthy that, to face and balance social anxiety and the emotional burden that COVID-19 has generated in the educational context, it is necessary today more than ever to develop socio-emotional skills among teachers, families and especially in the and the students, with greater emphasis on areas of knowledge such as chemistry, which for many years have been the most complex due to their characteristic of practical subject, where contact and direct explanation from the teacher is considered of utmost importance.



1.    Introducción

La práctica pedagógica aplicada en áreas como la química, en condiciones regulares, (“Entiéndase por regular, a la idea de uniformidad o que no exhibe grandes alteraciones o variaciones”), genera inquietud y apatía en los estudiantes, dado al grado de dificultad que éstos le imprimen a la misma, motivo por el cual los docentes deben ubicar y asirse de diversas estrategias y acciones que le ayuden a captar el interés de los jóvenes por su estudio y aprehensión.

Dado a esto, se ha considerado por teóricos como Goleman, la necesidad de adaptar a la enseñanza de la química el aspecto motivacional, ya que considera que el aspecto socio afectivo del individuo es un elemento clave para que éste se incline hacia la adquisición de un nuevo conocimiento o el reforzamiento de otro previo.

Cabe destacar que hasta hace poco tiempo, los componentes afectivos estaban desestimados en la educación, provocando un alejamiento entre las dimensiones cognitivas y afectivas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, para Hargreaves (2003) citado por Dávila, Borrachero, Brígido y Costillo (2016),

Las emociones están en el corazón de la enseñanza, y hoy en día se reconoce que es necesario incorporar al proceso de enseñanza y aprendizaje la dimensión emocional, ya que no sólo importa el aspecto cognitivo, sino también la conciencia y la capacidad para gestionar y controlar las propias emociones y sentimientos, la motivación con la que se afronta ese proceso y las relaciones personales que forman con los  demás (p. 288).

 

Partiendo de lo señalado por ambos teóricos, es necesario que la inteligencia emocional o las emociones jueguen un papel preponderante en el desarrollo del acto pedagógico, puesto que éstas coadyuvan a que el mismo se consolide de una forma armónica y efectiva; en estos momentos, se hace aún más necesario tomar en consideración esa parte inherente del ser humano como lo es la emocionalidad, dado que en la actualidad, la humanidad atraviesa una de esas situaciones que son consideradas irregulares debido a la pandemia por el Coronavirus (COVID-19); ésta realidad que ha aislado a las personas, conllevándolas a eximirse de realizar labores cotidianas, una de ellas es la asistencia a los espacios escolares por parte de niños, niñas y adolescentes.

De acuerdo a la UNESCO (2020) en su informe Promoción del bienestar socioemocional de los niños y los jóvenes durante las crisis, citado por Bosada (2020) señala,

La pandemia del COVID-19 ha causado un fuerte impacto psicológico en la comunidad educativa y la sociedad en general. El cierre de los centros educativos, la necesidad del distanciamiento físico, la pérdida de seres queridos, del trabajo y la privación de los métodos de aprendizaje convencionales han generado estrés, presión y ansiedad, especialmente entre los docentes, el alumnado y sus familias.

 

Todo este escenario, que en un momento se creyó que podía ser pasajero y efímero, fue creciendo y cada día el aislamiento se hizo más severo, todo esto con el objeto de contener la pandemia y con ello la pérdida de vida por causa de este virus. Fueron muchos los sitios cerrados: las escuelas, los parques, bibliotecas públicas, cines, centros comerciales, entre otros; dejando a todas las personas confinadas solo al contexto de sus hogares.

Esta situación que, lleva ya nueve (09) meses en nuestro país (Venezuela) y más del año en otros, donde su aparición fue más temprana, ha conllevado a que la paz y la armonía psicológica, espiritual y funcional de las personas se vea mermada, siendo más perceptible en los niños y jóvenes que aún no comprenden la gravedad del asunto; todo esto ha ocasionado en ellos estados emocionales diversos, que van desde la ansiedad, el desasosiego, la melancolía hasta la frustración.

Todo este panorama ha afectado, no solo, la integridad emocional de los educandos, sino la estabilidad escolar, dado que ya no cuentan con la presencia de los maestros que le muestren la forma como abordar y desarrollar las actividades escolares, sino que, se ha adoptado la educación a distancia, ya sea con el implemento de las herramientas tecnológicas o de otros medios y acciones.

Es necesario acotar, que si de manera formal, o sea, a través de una educación presencial, los jóvenes demuestran estados emocionales variantes, la dinámica actual está trastocando, por así decirlo, la estabilidad emocional de grandes y chicos, acarreando con esto, que en áreas del saber cómo la química se demuestre aún más la apatía y la renuencia a abrirse a la adquisición de los conocimientos propios del área.

Por tal motivo, se puede señalar que la pandemia ha modificado el estilo de vida de cada ser humano y nos ha conllevado a ser cada día más susceptibles, no solo a los riesgos biológicos de la enfermedad, sino, a los conflictos psicológicos que pueda ocasionar en los niños y jóvenes y que de una u otra manera llegan a obstaculizar el acto pedagógico.   

Al respecto, Vegas (2020) señala que, uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19 ha sido el educativo, la autora cita a la UNESCO señalando que, hay más de 1 mil millones de estudiantes afectados a nivel mundial, lo que representa más del 60% de la población estudiantil y más del 15% de la población mundial. Adicionalmente, hay varios obstáculos que esta organización señala tales como: deficiencias en el aprendizaje remoto, el costo de la brecha digital (entendido como la disparidad que hay en el acceso a la tecnología o internet), el rol que juegan las escuelas en la salud y el bienestar de los estudiantes.

En base a ello, y destacando que las áreas prácticas como las ciencias experimentales como la química, han sido afectadas en su didáctica, pues las mismas requieren del contacto y la transmisión directa de los contenidos, estado que en los actuales momentos no se pueden ejecutar, por la misma situación de confinación y alejamiento social imperante por la pandemia.

De acuerdo al Centro “Justicia Educacional, en su plenaria realizada el 2 de Junio del 2020, se abordó el tema de la enseñanza de las ciencias en este tiempo de crisis sanitaria por la Pandemia a causa del COVID-19, donde destacan que:

La experimentación y la aplicación son dos aspectos centrales en la enseñanza de las ciencias en la educación, pero, en medio de una pandemia que mantiene a cerca de 3,6 millones de estudiantes en sus hogares, su práctica se hace mucho más compleja. Por lo que en el encuentro se plantearon interrogantes como: ¿Cómo promovemos la educación científica durante la emergencia sanitaria?

 

Esta es situación que no solo mantiene alertos a los expertos en búsqueda de soluciones a la forma de cómo impartir los conocimientos a los estudiantes, sino la forma como alcanzar la aprehensión de los mismos por parte de los estudiantes, pero no solo a ellos, sino al conglomerado de docentes venezolanos y creo que sin caer en suposiciones de todo el mundo.

Hay que tener en cuenta que, el rendimiento escolar en cualquier área del saber, en este caso de la química está profundamente ligado al desarrollo emocional del individuo que aprende y a la posibilidad de que se perciba a sí mismo como ser involucrado en el proceso de conocer, en un contexto de relaciones humanas estimulantes y respetuosas; por este motivo, es que se concibe como prioritario que se establezcan acciones por parte del Estado, de las instituciones educativas y de los actores pedagógicos que le permitan a los educandos poder alcanzar una comprensión efectiva de los aspectos que se tratan en áreas de formación como la química, dado a la complejidad de los mismos.

De acuerdo a lo planteado por Diez de la Cortina (2020) citado por Cayuela (2020), “adoptar un modelo de educación online, aunque sea a causa de una pandemia, es una manera de acercarse más a los estudiantes”. Sin embargo, hay que resaltar que, dicho cambio en nuestro modelo de enseñanza requiere un gran esfuerzo no solo por parte del profesor, sino también por parte del estudiante. El profesor debe adaptar la didáctica y el alumno debe mantener su interés, aumentar su autonomía y controlar su propio ritmo y horario.

Por otra parte, las condiciones venezolanas en cuanto a la brecha digital está en desventaja con relación a otros países del mundo, donde si se cuenta con plataformas tecnológicas de alto nivel y en cada hogar existe el privilegio de un computador y de gozar del internet; por este motivo, es que la educación online, en el caso Venezuela, no se puede concebir como una metodología de enseñanza en su totalidad, y es por ello que, muchas instituciones han decidido adoptar la modalidad a distancia, por medio de portafolios que realizan los educandos en sus hogares a manuscrito y luego son consignados al colegio por parte de los representantes.

Cabe destacar que, esta modalidad de estudio, a la cual nuestros niños, niñas y jóvenes no estaban acostumbrados, ha causado en cierta forma, inquietud en la población estudiantes de los diferentes niveles, asi como en los padres, representantes y/o responsables, quienes ahora vena en sus manos la responsabilidad de la educación de sus hijos, condición que estaba sujeta a los docentes en tiempos anteriores a la Pandemia por el COVID-19.

Así mismo, el Centro “Justicia Educacional señala,

La pandemia por Covid-19 develó lo poco preparado que estaba el sistema educacional para enfrentar la educación a distancia, mostrando altas brechas de conectividad y acceso a dispositivos tecnológicos, y la complejidad de realizar la enseñanza a distancia en contextos rurales. 

 

Cabe destacar que no solo los rurales, en los centros urbanos son muchos los hogares que no tienen acceso a las tecnologías y al internet, lo que dificulta no solo el cumplimiento de las actividades, sino el alcance de un aprendizaje efectivo. Entre todo este panorama, cabe preguntarse: ¿Se consideran las emociones en toda esta búsqueda de nuevas formas de alcanzar el acto pedagógico?. Hay que recordar que, las destrezas desarrolladas con conciencia por parte del estudiante le permiten hacer uso de ellas cuando las necesita; en ese sentido el aprendizaje cognitivo y socioemocional requiere ser inducido y desarrollado de manera explícita, creativa y sistemática.  Situación que en la actualidad no se está dando.

Investigadores como Mayer, Salovey, Caruso y Cherkasskiy (2011) señalan que “las emociones influyen en los pensamientos al igual que los procesos cognitivos influyen en los estados emocionales” (p. 90); desde lo expuesto por estos teóricos, se puede entonces destacar que el aprendizaje se concibe como un proceso que va más allá de lo cognitivo y se extiende a lo socio afectivo, pues se considera que el estudiante es un individuo cargado de aspectos psico sociales que son determinante en su actitud y postura ante las diversas áreas del conocimiento y con mayor énfasis en las que corresponden a las ciencias experimentales como la química, ya que ésta reviste un esfuerzo más amplio para su comprensión y aprehensión.

De allí que, en los actuales momentos se establezca la relevancia de las emociones, del aspecto socio afectivo del estudiante al momento de abordar aspectos de área netamente prácticas como la química y otras; ya que de esta manera se logrará establecer acciones y estrategias que no alteren la estabilidad emocional del que aprende y se podrán alcanzar con mayor efectividad los objetivos y con ello un aprendizaje significativo, que será de relevancia en estos momentos de Pandemia.

Finalmente, en el hilo científico cabe señalar que la sociedad actual está impregnada de un cúmulo de innovaciones en el orden científico y tecnológico, por lo que se debe hacer énfasis en promoción e incentivo de la aprehensión del conocimiento en estas dimensiones, donde el docente de química debe considerar en su quehacer pedagógico lo emocional, en la búsqueda de brindar a esta ciencia esa flexibilidad y empatía que requiere para ser asumida con una postura de aceptación y apego por parte de los educandos.


 

Referencias Bibliográficas

Bosada, M. (2020) La educación emocional, clave para la enseñanza-aprendizaje en tiempos de coronavirus

 

Cayuela, E. (2020) Enseñanza de una ciencia experimental en tiempos de pandemia. [Documento en Línea] Disponible en:

 

Centro Justicia educacional (2020) Oportunidades y desafíos de enseñar ciencias durante la pandemia. [Documento en Línea] Disponible en: www.centrojusticiaeducacional.uc.cl

 

Dávila, Borrachero, Brígido y Costillo (2016) Las emociones en el aprendizaje de física y química en educación secundaria. Causas relacionadas con el estudiante. Universidad de Extremadura, Badajoz, España. Articulo. Revista Educación química vol.27 no.3. Disponible en: www.scielo.org.mx › scielo

 

Goleman, D. (1998). La práctica de la inteligencia Emocional. Editorial Kairos. Barcelona.

 

Mayer, J., Salovey, P., Caruso, D. y Cherkasskiy, L. (2011). Emotional intelligence. The Cambridge handbook of intelligence, 528-599. New York

 

Vegas, E. (2020) Educación en tiempos de Pandemia: Impacto del COVID 19 en los Sistemas educativos de América Latina y el Caribe. [Documento en Línea] Disponible en: www.sela.org

 

 


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